
El 29 de junio de 2024 me casé.
Y desde el principio tuvimos claro que no seríamos solo dos protagonistas: también estaba Croqueta, nuestro Cocker Spaniel.
Y desde el principio tuvimos claro que no seríamos solo dos protagonistas: también estaba Croqueta, nuestro Cocker Spaniel.
Así que, decidí llevar la broma un poco más lejos: toda la papelería de la boda giró en torno al universo croquetero.
Cada mesa era una croqueta diferente: de jamón, de bacalao, de rulo de cabra… y morcilla (no podía faltar siendo mi marido burgalés).
Pinté a mano los ingredientes, maqueté los diseños, escribí los nombres, diseñé los menús y monté un seatting plan digno de una fritura perfecta.
Sin lugar a dudas fue una boda la mar de sabrosa y la campaña más personal que he hecho nunca.
(Y obviamente se sirvieron croquetas de todos los tipos y sabores)








Cada dibujo lo hice a mano, intentando seguir un mismo estilo realista, elegante y natural.
La mesa presidencial, como no podía ser de otra manera, era simplemente del rey de la casa: Croqueta.
Cada mesa tenía un color principal, utilizando como paleta los colores del ingrediente de tal manera que cada mesa seguía siempre una misma tonalidad y temática para todo: seatting, meseros, tarjetas...etc.
Seating












Meseros












Menú












Tarjetas regalo






